He tenido el privilegio de crear una cocina que incorpora la esencia de su entorno montañoso, fusionando tonos cálidos y materiales naturales como la madera para respetar y realzar la calidez del entorno que la rodea. El elemento central y más distintivo de esta cocina es la isla, que se destaca por su amplia encimera en tonos verdes y sus líneas curvas, que invitan a los ocupantes a experimentar su funcionalidad.
Ubicada en el corazón del salón de la vivienda, esta cocina se convierte en un elemento de conversación y un punto focal. Su diseño se integra de manera armoniosa con la gran cristalera que permite disfrutar de las vistas impresionantes del entorno natural, rodeada de árboles que enmarcan la casa de manera sutil y elegante.
Esta cocina no solo se trata de un espacio funcional para cocinar, sino también de una obra maestra de diseño que celebra la belleza de la naturaleza y la arquitectura en perfecta armonía, ofreciendo a los residentes una experiencia única de convivencia con su entorno.
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